Se quemo mi closet el día de San Valentín

Mi queridísima amiga Kady, es una de esas chicas encantadora que tiene amigos en todo lado, habla hasta por los codos y que le cae bien a casi todo el mundo, eso sí, su preferencia sexual es todo un misterio para la mayoría de gente que la conoce porque se viste como un hombre metrosexual, pero se cepilla el cabello, usa aretes, se depila las cejas, no usa vestidos, faldas y nunca usa tacones, nadie le pregunta que le gusta y ella no lo dice, en conclusión es toda una TomFem y debe ser este look andrógino lo que la hace encantadoramente misteriosa e indescifrable, y lo sé, porque a donde va nunca pasa desapercibida, a sus 37 años, sus 1.60 m de estatura, su delgado cuerpo y su encantadora sonrisa, siempre se roba miradas, y de seguro la curiosidad de los mirones que intentan descifrar, si es lesbiana o no, aunque yo sí puedo decir que es 100% lesbiana y de las que conquista chicas sin mucho esfuerzo.

Somos amigas hace más de 10 años, nos presentó un amigo en común en una reunión en la cual se celebraba el día del orgullo gay en Cali, Colombia. Ese día sin conocernos nos pusimos a charlar y el filin se dio cuando descubrimos que a ambas nos gustaba la lectura y además coincidimos en ser fanáticas de Paulo Coelho y Gabriel García Márquez, de ahí en adelante nos hicimos muy buenas amigas y aunque nos separa un decenio en edad, nos entendemos a la maravilla tanto que compartimos gusto similar como la música, el cine y hasta coincidimos en el mismo tipo de chicas que nos gusta. Pero no somos ese tipo de amigas que viven una detrás de la otra, simplemente nos vemos y hablamos largas horas cuando nos extrañamos, tenemos algún lío de faldas que nos pone la cabeza grande o cuando andamos con algún problema que requiere el ojo clínico de una amiga que nos conozca bien y nos dé su opinión sincera.

Un miércoles cualquiera a mediados de enero me llamó, me saludó rápidamente y me dijo Yin, necesito hablar contigo, necesito a mi consejera de cabecera; no pude evitar reír y preguntarle en qué lío andas ahora. Cuando nos veamos, te cuento me respondió. Fuera cual fuera la urgencia de hablarme y mi curiosidad por saber el chisme, nos tocó esperar hasta el fin de semana siguiente para vernos, pues ambas andábamos ocupadas con el trabajo y enredadas en las tardes, ella con sus clases de guitarra y yo con mi rutina de ejercicio.

El sábado al salir de mi trabajo me encontré con Kady en uno de los tantos centros comerciales que puedes encontrar en el sur de la ciudad; como siempre nos saludamos con un fuerte abrazo y después para almorzar ordenamos carne asada para cuidar la dieta, y el pecado que no puede faltar al sentarse con una buena a miga a charlar, pedimos también sendas cervecitas frías para matar el calor de la 1:00 pm, después de ponernos al día sobre nuestros trabajos, familias, compañeros, y demás, le dije ahora si cuéntame qué te pasa, no me digas que por fin dejaras la soltería o que ahora eres hetero y no pude reir en son de burla… Kady también se rio, y con su característico buen sentido del humor me dijo casarme ni loca, y hetero ni muerta… y más risas.

Mientras almorzábamos me dijo Yin, creo que una compañera de trabajo es homofóbica y quiere dejarme en evidencia ante los otros compañeros, y eso me tiene muy estresada porque nunca digo abiertamente que soy lesbiana y además a nadie le importa, ella siempre me habla de forma agresiva, me critica porque no visto como el común de las mujeres y cada vez que estamos cerca me pregunta si soy lesbiana delante de todos, eso me hace sentir asfixiada y acosada. Mmmm escuchaba atentamente las quejas sobre su no tan querida compañera de trabajo y le pregunté, porque entonces no le respondes abiertamente que si eres lesbiana y ya; mi querida amiga me respondió, pues porque no me gustan las etiquetas y si soy les o no, a ella que le importa, además estoy segura de que es homofóbica y quiere saber para decírselo a todos en la oficina, quienes de por sí, siempre lo han sospechado, pero nunca lo han podido confirmar.

Dime algo, pregunté ¿ella es bonita? Era bonita hasta hace dos meses me respondió, mejor dicho a mí me gustaba Marcela mi compañera homofóbica, dijo medio enojada, y era especial con ella hasta que hace dos meses, nos tropezamos de frente en el cine, ella iba con la hermana y yo iba cogida de gancho con una chica con la que salí durante algunos meses, pero no funciono y dejamos de vernos; desde ese día hace chistes despectivos sobre las mujeres lesbianas, sobre como me visto, ella cambió conmigo desde aquel día en el cine. Estoy convencida de que ella es homofóbica y de seguro me odia al sospechar que soy lesbiana.

Después de conversar casi toda la tarde sobre su odiada compañera Marcela, quedamos en que el próximo sábado yo iría a su trabajo, una agencia inmobiliaria al sur de la ciudad antes de las 2:00 pm que aún estuvieran sus compañeros en la oficina para conocer a su insoportable compañera de trabajo, planeamos de que yo estoy buscando un aparta estudio para comprar y me la presentaría para que ella me asesorara sobre el particular, ya que Marcela es la encargada de dichos inmuebles, creado el plan durante toda la semana Kady y yo estuvimos hablando sobre el bullying de Marcela el cual no mermaba y cada vez incomodaba más a mi muy ya irritada amiga.

Por fin el sábado llego, al salir de mi trabajo me cambie mis botas de seguridad por un par de tenis y camiseta blanca ceñida al cuerpo, un jean ajustado, acomode mi cabello, me aplique perfume de hombre y a los pocos minutos estaba en la agencia inmobiliaria preguntando en la recepción por mi acosada amiga, yo iba mentalizada en analizar muy detenidamente la actitud de la homofóbica Marcela, es más sin conocerla ya me caía muy mal, y como no, se la tenía montada a mi simpática amiga que no mata ni una mosca, definitivamente estaba decidida a confirmar si esta odiosa mujer era realmente homofóbica por eso iba vestida muy al estilo Tomboy para que a la antipática Marcela no le quedara duda de que yo si era lesbiana, y si me trataba de forma irrespetuosa pondría una queja ante sus jefes, no permitiría que una homofóbica abusiva siguiera atormentando a mi mejor amiga, ella no estaba sola y yo iba decidida a hacer respetar los derechos LGTBI y a darle un escarmiento a la detestable Mujer, mientras yo maquinaba el plan mentalmente, apareció en la recepción Kady quien me hizo seguir a las oficinas, al ingresar sentí la mira de uno que otro compañero mientras nos dirigíamos al último cubículo de asesores comerciales, cuando Kady llamo a Marcela y esta se giró, yo me dije mentalmente vaya la odiosa Marcela realmente es sin duda la bella Marcela. Seguidamente Kady me presento con Marcela y me dijo que ella era la encargada de esa área y quien me asesoraría ese día, cuando mi amiga se retiró, Marcela la homofóbica según Kady, me hizo sentar y empezó a hablar con un dulce acento entre tierno y sensual, además me miraba fijamente con sus increíbles ojos verdes almendrados que me hacían desconcentrar y además me hacían sentir un tanto nerviosa.

Esta mujer de aproximadamente 35 años, mee mostraba muy amablemente todos las opciones que había para escoger, cuando menos lo pensé yo estaba tomando agua aromática y conversando con la ya no tan despreciable Marcela de cosas que nada tenían que ver con aparta estudios o el coste de estos, de hecho cuando mire de re ojo hacia el escritorio de Kady yo me encontraba dándole a Marcela el nombre del perfume que usaba ese día porque a ella le encanto el olor y me dijo que quería ensayar como le irá a ella usando un perfume de hombre. Ya eran más de las 2:00 pm y todos en la oficina empezaron a guardas sus cosas para marcharse, mientras tanto Marcela y yo hablábamos sobre lo último en acabados y sistemas constructivos y ya me había contado que estudiaba diseño de interiores en la noche, cuando voltee a mirar a Kady aún estaba sentada en su escritorio y me escribía por WhatsApp un mensaje que decía ¡vámonos, es que piensas quedarte toda la tarde conversando con esa vieja! el regaño fue acompañado con un emoticón rojo humeante de ira. Rápidamente con semejante regañó me pare y le dije a Marcela que le dejaría mi número de contacto para que me informara cuando hubiesen otras opciones en el norte de la ciudad, salimos caminando hacia la recepción y cuando íbamos pasando por el escritorio de Kady, me detuve y le dije vamos a almorzar, mientras caminábamos las tres en dirección al parqueadero del edificio donde quedaba la inmobiliaria, Marcela se auto invitó preguntándonos que a donde pensábamos almorzar, yo le conteste que donde fuese cerca porque yo debía almorzar rápido, dicho esto, ella dijo pues almorcemos juntas en el centro comercial que está a tres cuadras de aquí, nosotras asentimos y nos encaminamos mientras seguíamos conversando el corto trayecto hasta al lugar acordado, rato después ya sentadas almorzando Marcela nos preguntó si ya nos conocíamos, yo conteste rápidamente que teníamos un amigo en común quien había comprado un apartamento en esa inmobiliaria y me había compartido el contacto de kady, pero que realmente no éramos amigas, más bien éramos medio conocidas.

Transcurridos varios días recibí una llamada de un número desconocido para mi sorpresa era la famosa Marcela, muy amablemente me dijo que tenía dos aparta estudios disponibles en el norte de Cali y quería confirmar si podía programar una cita conmigo para conocerlos, yo le respondí que sí, pero solo disponía del sábado para ir después del medio día que saliera de laborar, definimos vernos el sábado siguiente en el norte a la 1:00 pm.

El sábado, cuando llegue a la primera dirección, ella ya había llegado, me saludo, hicimos el recorrido,  me informo el precio y después nos desplazamos rápidamente a ver el otro aparta estudio que quedaba cerca, al salir del segundo inmueble me decidí y la invite a almorzar, tenía que conversar con esta chica para intentar indagar porque atacaba a mi querida amiga.

Rato después ya en el restaurante parloteando amenamente le pregunté si tenía novio, su edad, si le gustaba su trabajo, me respondió que no tenía novio hacía más de un año y no creía que volviera a tener uno, estaba aburrida de los hombres, mmm esa información me puso en modo detective privado. ¿y es que te ha ido muy mal con los hombres? si, me han engañado varias veces, me respondió, y me canse de eso, yo le dije y que te hace creer que las mujeres somos diferentes, las mujeres también somos infieles, mentirosas y malas cuando queremos, su respuesta fue, pues por ejemplo tú no tienes cara de nada de eso, es más tú tienes cara de ser una lesbiana seria, yo sonreí y le pregunte ¿ósea que estás segura de que yo soy lesbiana? Me respondió sí, por tu manera de vestir lo supe.

La reté, y si yo vistiese más femenina, aun así sabrías qué soy les, me contestó sin dudar, que sí. Sé cuando una mujer es lesbiana, vista como vista, y disimule lo que disimule, y justo en este punto de la conversación le pregunté: ¿y tú eres lesbiana? Me devolvió la pregunta… ¿Tú, siendo les, no puedes saber si otra mujer es lesbiana? Respondí: no siempre, a ti no logro leerte y saber si lo eres. Con algunas mujeres es complicado.

Proseguí, ya que no quieres decirme si eres lesbiana, al menos me confesarías si ¿te gusta alguna chica o te pone a dudar? A esta pregunta respondió mmm sí, hay una mujer, la cual estoy segura de que es lesbiana, me inquieta mucho porque desde que la conozco he querido decirle que con ella sería capaz de atreverme a vivir la experiencia de estar con una mujer; sin embargo, es una cobarde porque sé que le gusto, pero no tiene calzones para decir abiertamente soy lesbiana, y eso me indigna y molesta muchísimo; quise decir y por eso la ultrajas, pero mejor me quede callada.

No estaba cien por ciento segura, pero si se refería a Kady su odio definitivamente era algo muy cercano al amor o algo así. ¿Y ahora, qué me pregunte? realmente estaba confundida con todo lo que decía esta mujer, luchaba por no perder el hilo de la conversación inmersa en mis propios pensamientos

Seguimos conversando el resto de la tarde de aquel sábado y después seguimos hablando por teléfono y a veces incluso cuando ambas estábamos en el trabajo, con el paso de las semanas y las largas conversaciones sobre muchos temas nos fuimos haciendo amigas, tan buenas amigas nos hicimos que salimos un par de fines de semana a cenar, almorzar a pasear… en cuanto a Kadi, le seguí insistiendo que Marcela era lesbiana y que estaba enamorada de ella, pero mi indignada amiga no lo podía aceptar, creo que ella también sentía algo por Marcela, pero tal vez la amenaza de tener que salir del closet o más bien reconocer su preferencia sexual abiertamente la despelucaba, al extremo de no ser capaz de parar el bullying que esta le hacía constantemente.

Alguna vez un sábado después de salir del trabajo arrimé a la inmobiliaria sin decirle nada a Kady, quería ver su reacción al verme llegar a recoger a Marcela. Ese día la saludé y pasé directo al cubículo de Marcela, mientras se desocupaba con un cliente, la esperé y luego me fui con ella. No hubo reacción o reproche lo único que escuchaba comentar a Kady cuando hablamos por celular era que esta mujer era horrible y cruel con ella, y por parte de Marcela que la chica que la inquietaba era una tonta que no salía del closet.

Estábamos en vísperas de la celebración de San Valentín que en Colombia se celebraba el viernes de esa semana, le propuse a Kady que fuéramos a una discoteca gay que estaba de moda por esos días, allí habría fiesta conmemorativa, también le dije que invitaría a dos amigas que no llevara a nadie que le llevaría pareja para esa ocasión, también invite a Marcela quién me dijo que esa noche tenía clase, pero que llegaría así fuera tarde. Invité a ambas sin que ninguna de las dos lo supiera.

Ese día Kady estaba muy animada porque hacía rato no salíamos a bailar juntas y digamos que los bares y discotecas estarían llenos y así recrearíamos la vista, me recogió antes de las 10:00 pm en mi casa, de camino le escribí a Marcela contándole donde estaría con mis dos amigas, le dije te espero recuerda que hoy es un día para celebrar y no deberías quedarte sola en casa, además mi amiga te caerá bien ¿qué tal que conozca al amor de tu vida precisamente hoy? Me envío emoticones y un corazón palpitando; vamos a ver qué tan buena celestina eres. Mientras Marcela llegaba, las dos solteras de la noche estuvimos bailando con algunas chicas que estaban celebrando entre amigas.

A las 11:15 pm mi celular empezó a vibrar, salí del bar para recibir a la siempre linda Marcela quien traía puesto, una blusa rosada, un blazer blanco, un par de tacones blancos que la hacían lucir fastidiosamente hermosa y su cabello rubio suelto adornado con un bonito gorro, en cuanto se bajó del taxi me pregunto si ya había llegado el amor de su vida, yo entre risas le respondí que si, le dije hoy de seguro te convertirás en lesbiana 100% ella no paró de reír, me dijo de verdad deberías ser escritora te inventas unas historias increíbles, definitivamente te gusta el realismo mágico como tu Gabo favorito, entramos a la discoteca riendo con mis supuestas ocurrencias.

Mientras caminábamos entre la gente en dirección a la mesa donde estaba Kady en la pista sonaba Cali Pachanguero, así que poco a poco la fui llevando al centro de la pista y terminamos bailando super precisas en el paso, la noche pinta super bien me dijo casi gritándome al oído para que la pudiera escuchar, cuando termino la canción la tome de la mano y la fui llevando a la mesa donde al ver a su compañera de trabajo sentada en la mesa, su cara de desconcierto fue evidente y ni que decir de la cara de perplejidad de mi sorprendida amiga quien no sabía ni como saludarla, jajajá yo realmente estaba disfrutando ver la cara que tenían ambas y como me miraban a mí, creo que querían matarme en especial mi mejor amiga; bueno hoy es día de San Valentín porque tienen esa cara pensé que siendo compañeras de trabajo se llevaban bien, Marcela dijo yo me llevo bien con todos y con Kady también ¿verdad Kady? Ella asintió que sí, solo que no sabía qué vendrías dijo algo confundida, a lo cual Marcela respondió: yo tampoco sabía que Yin te había invitado.

Chicas, yo no tenía con quien celebrar este día, así que decidí invitar a las dos amigas más recientes que tengo, aunque si ustedes no me consideran su amiga, pues nos podemos ir… no hay lío dijeron ambas, con lo dicho pretendía hacerlas sentir culpables y para calmar la tensión, les dije mi otra amiga está por llegar, hable hace un rato con ella; aunque yo sabia muy bien que esa amiga no llegaría, porque sencillamente no existía.

Marcela y yo salimos a bailar nuevamente y en la pista le pregunté ¿Te cae mal tu compañera Kady? como siempre me devolvió pregunta, ¿por qué me haces esa pregunta?, yo respondí porque tu sonrisa se borró cuando la viste y ni que decir la cara que puso ella. ¿Qué pasó entre ustedes? Me dijo nada, nunca ha pasado nada, solo que ella es una inmadura.

Nuevamente en la mesa Marcela se sentó junto a mí, puso su suave mano en mi muslo y dijo, yo solo tomo tequila, así que pidamos una botella quiero celebrar que tengo este día tan especial dos hermosas lesbianas niños solo para mí esta noche, yo grite !Urra que viva la rumba¡ Kady solo trago saliva, se paro y se dirigió hacia la barra a solicitar la botella de tequila a la mesera, al rato volvió con una cerveza y me la paso, miro a Marcela y le dijo por si no sabes Yin no puede tomar licor, solo toma cerveza la quieres matar, Marcela le respondió pues si ella se deja, a ti que te importa, por un momento el ambiente se puso tenso entre las dos, así que tome un sorbo de la cerveza y me lleve a Marcela nuevamente a la pista para calmar los ánimos y seguir bailando, yo ya no tenía duda que este par de mujeres se gustaban y quizás hasta se querían, pero tenían un problema grande de egos o no sé, qué cosa que yo no lograba entender… aunque por ratos el ambiente se ponía tenso con las indirectas que ambas se tiraban ya estaban compartiendo el mismo espacio lejos del campo de batalla que era su trabajo, en este lugar nada las cohibía para matar la una a la otra o decir lo que quisieran.

Pasadas las horas con el ruido de la música, el ambiente del lugar y el ir y venir de tequila, estas casi enemigas iban quitándose los guantes porque un par de veces salieron a bailar juntas, pero siempre guardando la distancias, a eso de la media noche, les dije que tenía hambre que salieras a comer algo, salimos de la discoteca y nos fuimos caminan buscando alguno que nos gustara a las tres, Kady recordó que cerca había un bar restaurante con karaoke terminamos en aquel lugar comiendo y escuchando música para planchar, como le decimos en Colombia a la música de los años 60´ y 70´ y escuchando también las desafinadas voces de los prospectos a cantantes que hacían karaoke esa noche, el lugar estaba lleno de gente de todas las edades más que todo grupos de amigos departiendo y celebrando San Valentín como a las dos de la mañana rato después de haber comido y estar tomando cerveza, yo me anime a pedir una canción y me subí al escenario a cantar, me fue muy bien porque me aplaudieron bastante. Incité a mis dos queridas acompañantes a subir al escenario, pero ninguna se animó, entonces regresé nuevamente a la mesa.

Posteriormente, Kady se fue al baño una vez ausente mi querida amiga, abrace suavemente a Marcela y le dije, oye sé que la quieres y sé que ella es una tonta cobarde tal como tú lo has dicho infinidad de veces, Marcela me miro fijamente con esos hermosos ojos verdes y me pregunto tanto se me nota el amor, yo respondí, me temo que sí querida, ¿y como es que ella no lo puede ver? Yo contesté: seguramente ella también te quiere y lo sé, porque la conozco hace más de diez años, pero es más fuerte su temor de salir del closet, que el de perder la oportunidad de estar con una maravillosa mujer como tú. Ahora que te acabo de confirmar sus sentimientos, te pregunto: ¿eres igual de cobarde que ella o realmente tú eres diferente?

Pasaban los minutos, pasaban las canciones, se encontraban sus miradas de vez en cuando diciéndose quizás lo que sus labios no se atrevían a decir en más de un año que llevaban trabajando juntas, Marcela ya entonada y cada vez más eufórica cantaba con sentimientos las canciones románticas que retumbaban en los bafles y en las gargantas de los que cantaban a un solo ritmo, la chica me abrasaba, Kady nos miraba pensando quien sabe que cosas en su mente al vernos abrazadas cantando medio entonadas a todo pulmón, yo le grite a todo pulmón al DJ que nos pusiera «Cosas del Amor» de Ana Gabriel & Vicky Carr y, subimos con Marcela al escenario cantamos con tal sentimiento que fuimos ovacionadas no sé, si por nuestras voces o porque parecíamos las mas despechadas del mundo.

Cuando bajamos del escenario entre aplausos y silbidos y llegamos a la mesa, creo que mi mejor amiga estaba poseída por los celos porque nos dijo iracunda, me largo de aquí, creo que sobro en esta mesa para dos donde definitivamente sobro yo, feliz San Valentín, yo la cogí por el hombro impidiéndole irse y le grite «que te pasa, perdedora», si la quieres entonces haz algo, di algo por qué del cielo solo cae lluvia por lo demás debes luchar.

Justo cuando íbamos llegando a la puerta de salida en medio de su ataque de celos, seguido de haberme empujado y yo atajándola para que no se fuera. Retumbó como un trueno en el bar la voz de Marcela ¡Kady! Ambas giramos y creo que todos en el bar también. No supimos en qué momento Marcela subió al escenario y tomó el micrófono, pero ahí estaba señalando con su dedo índice justo a mi amiga, quien en ese preciso momento lucía pálida del susto, porque ante su asombro todos la miraban fijamente, por un instante todo estaba en silencio. De repente empezó a sonar una romántica melodía y con voz entrecortada, pero con mucho sentimiento Marce empezó a cantar, si quieres me estoy contigo toda la vida hasta que muera y cuando llego a porque mi vida estoy de ti enamorada, no pude evitar voltear a mirar para ver si mi hasta hacía un rato furiosa amiga ya se había ido, pero ahí estaba petrificada mientras rodaban lágrimas por sus ojos mientras miraba fijamente a Marcela que cantaba sin dejarla de contemplar quizás esperando alguna reacción, y por primera vez en 10 años de amistad, vi a mi mejor amiga despojarse de la pena y el que dirán, y justo cuando la canción estaba por terminar ante mi asombro casi corriendo subió al escenario y allí en medio de gente cien por ciento heterosexual, le dijo a Marcela si, si soy lesbiana y también estoy locamente enamorada de ti, segundos después sin darle tiempo a Marce de reaccionar y ante la perplejidad de todos los que miraban con asombro, Incluso yo. La besó de tal manera que parecía que sus ropas caerían al suelo. Ese día no sé, si por ser San Valentín, todos aplaudieron sin censura y sin prejuicios, mientras yo me secaba las lágrimas de felicidad y emoción al ver a mi mejor amiga en nombre del amor, enfrentar sus más grandes temores, romper las barreras sociales y desafiar el miedo a la discriminación.

Creo que ese ha sido el más bonito San Valentín de toda mi vida y lo recuerdo cada vez que me veo con esta linda familia homoparental en la que ya son 4 con la preciosa Sofía, su bebita, mi ahijada de 3 añitos y Micha, su gatita.

¿Crees que una fecha especial nos puede dar una oportunidad extra de acercarnos a esa persona que amamos y no lo sabe?

Nuestras historias se entrelazan cada vez más; así que, te invito a responder la pregunta de esta ocasión o si deseas contarme tu historia, no olvides pasar por la sección Cuéntame.
Yinet Mesías – 2024

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